jueves, mayo 01, 2008

Editorial - La Sinfónica al 1º de mayo del 2008

“Es nuestra firme intención convocar a un público cada vez más numeroso a conocer y disfrutar de la música académica.” (página de Cultura de la Nación en el Internet, 2008)
Esto es un avance ideológico.Un año y medio atrás, el Secretario de Cultura Dr. José Nun había calificado a la música académica un deleite de la oligarquía de tiempos pasados que culturalmente no ha servido para nada.

Era, en el fondo, aquel error conceptual que derivó en la suspensión de 33 de los 110 conciertos programados en 3 años y en la humillación salarial de 102 profesores de la Orquesta Sinfónica Nacional.
A estos les fue quitado en una paritaria, plagada de una atmósfera de burda hostilidad y mediante maniobras cuestionables, un 50% del ansiado aumento salarial que fue otorgado a todos los empleados del Estado (el primero después de 13 años). Vaya “oligarca” que se esconde en un clarinetista, contrabajista o cualquier otro trabajador de la música.

Los músicos de la Sinfónica manifestaron su disconformidad con 16 conciertos de protesta en la calle.

Otros conflictos gremiales son resultado de la simple falta de capacidad en las filas de los funcionarios a cargo, cuya gestión se parece a un camión con las ruedas girando en la arena.

La demora de pagos de haberes en concepto de carrera – garantizados por ley – ya es de14 años, la demora habitual del pago de contratos es de entre 3 y 12 meses. Parece que cada empleo en el Estado tiene que empezar con una humillación del trabajador y una crisis económica en su respectivo hogar.
El incumplimiento de compromisos ahuyenta a artistas y prestadores de servicios (el Auditorio de Belgrano se perdió por 45 reservas incumplidas); la ignorancia subestima los daños que puedan resultar de deficiencias de higiene y seguridad en el lugar de trabajo; las desinteligencias burocráticas causan falta de material de partituras, problemas en la cobertura de vacantes temporarias y otros inconvenientes; la ejecución del presupuesto es incomprensible; falta variedad de “grandes figuras” para estimular el espíritu y la ambición; sigue el éxodo de talentos...

Hay que ser optimista. La música académica y sus profesionales pueden ser un maravilloso instrumento para un proyecto de inclusión social. Las instituciones orquestales de Venezuela lo enseñan.Últimamente, la Secretaría de Cultura tiene un bien nutrido sitio en Internet. Hay una programación para el 2008. Musicólogos dan conferencias sobre el programa antes de los conciertos. Un concierto fue televisado y emitido por Canal 7. Se volvió a anunciar los conciertos en algunos medios. El público vuelve.

Finalmente se ha descubierto que la música académica debe ser para todos los argentinos.
Falta presentarla en un Auditorio Nacional y falta involucrar de vez en cuando a grandes directores y solistas internacionales, para que no quede ya ningún privilegio cultural exclusivamente en manos de las oligarquías del mundo...

Y ya que se está corrigiendo aquel error ideológico de la “cultura para oligarcas”, reafirmamos que la Orquesta Sinfónica Nacional representa por excelencia al Estado Nacional, por lo que debería restituirse sin falta su jerarquía.

Los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional saludan a los trabajadores aquí y en el mundo, y se solidarizan con toda lucha para la reivindicación de su compromiso y su labor, que son los principales factores que hacen a la prosperidad y riqueza cultural de los pueblos.

En nombre de los integrantes de la orquesta: Prof. Alberto Gómez L.E. 4.274.783 tel.: 4581 6385; Prof. Gerardo García tel.: 15 5457 8096; Prof. Helios Garcías L.E. 7.671.239 tel.: 15 4564 3201 ...........................